sábado, 28 de marzo de 2015

¿Por qué el politico nunca cumple todo lo que promete en campaña?

¿Por  qué creemos lo que dicen los políticos?, ¿Por qué nos resignamos a que nunca cumplan? Estás y otras son las preguntas que se hace un elector en momentos de lucidez, cuando se sale de su plano personal y ve más allá, –hacia el bien común-, aceptando con valentía la situación de su país. País en el que ninguno de sus políticos de turno cumple a totalidad lo que promete en campaña.
Como sabemos de antemano y desde hace mucho, -me refiero a tiempos precolombinos-, necesitamos que administren el patrimonio común dado que la mayoría vive enfocada en sus asuntos; cumpliendo sus metas y sueños, -¡Naturaleza humana pensar para sí mismo!- y como nadie posee tiempo para administrar lo común, contratamos a alguien para que administre de la mejor manera posible nuestros recursos y así alcanzar “nuestras metas y sueños comunes” ¡No Hay! Como el asunto es contratar, cualquier desempleado -que también quiera cumplir sus metas y sueños- se postula y para ganar -y solo para no seguir desempleado- promete cosas que tal vez, y aunque suenen muy hermosas, no podrá cumplir. Lo que sería nuestra primera respuesta a la pregunta titular.


  • Engañar al elector para obtener el cargo

Que en mi opinión es la más cruel, pues se presta no solo para no cumplir lo prometido, sino que con la evidencia actual de corrupción,  se postulan por el sueldo y por los recursos destinados para los “sueños y metas comunes” que mencioné con anterioridad ¡Que No Parecen Existir!
Aunque, engañar a un elector con promesas absurdas es tarea difícil, se las han ingeniado de varias maneras como por ejemplo abordarnos por grupos (Partidos). Los humanos al tener conciencia de conocimiento sabemos diferenciar la ficción de la realidad; facultad que perdemos estando en grupo, pues si engañan (Compran) al líder o a lo más influyentes de la manada, nos engañan a todos por fidelidad a la manada (Partido). Sumado a tales ideas hay casos aislados donde un elector con cierta intención finge ser engañado, a cambio de ser contratado (Para cumplir sueños y metas) o a cambio de ciertos “envueltos tolimenses”, que parecen tener un valor nutritivo superior lo que amerita cambiarlos por el bien común. O por la justificación más personal al ser el amigo del amigo de un amigo, al que se le pueda pagar apoyando a alguien que no tiene la intención de cambiar su manera miserable de pensar, ni mucho menos la situación de su país.

Es que hemos heredado este y tantos problemas como sociedad, que terminamos pagando los errores de nuestros abuelos, quienes con algún tipo de ceguera dejaron sueltos a los administradores públicos que crecieron desmesuradamente, pasando de ser administradores a gobernantes (de trabajadores a reyes), invirtiendo el orden y haciendo que el estado funcione para ellos y no ellos para el estado a tal punto, que vemos familias y “linajes” disputándose el falso trono y retrasando sus gestiones administrativas dando lugar a una segunda respuesta


  • Resistencia institucional

Llamada así por puro gusto, pero más que nada porque creo que describe esa eterna oposición a todo, Ese NO que se grita solo con decir lo que se piensa hacer, justificado por algún miedo al cambio, o porque puede romper el estatus quid pro quo en el que se mantienen el estado y sus instituciones -familias y “linajes”-. Claro está, que ciertas propuestas se lo merecen, pero son los argumentos los que dictan un sí o un no colectivo; en el hipotético estado a donde todo el mundo participe y a todos dejen participar.
Por ejemplo: Cuantos NO han habido para negociar un conflicto de 61 años que debería llevar el mismo número de intentos de negociación, pero que por negativas de instituciones (Congreso, FFMM, Presidentes, Delincuentes y uno que otro partido…) han transcendido el tiempo y ha reforzado la idea de que aquí nada tiene solución. Tal vez por eso somos el segundo país más feliz del mundo, porque seguimos con ganas de vivir aunque ningún problema tenga solución… Tiene que ser eso, esa resiliencia colectiva de pronto es la clave para soportar tanto y por tanto tiempo. Y con esa idea soportar tanto por tanto tiempo nace una tercera respuesta


  • Tiempo

A lo cual podría responder, si divido y respondo con dos preguntas: ¿Planean realmente lo que piensan ejecutar? (Y a lo de real me refiero llevado a la realidad por que el papel aguanta de todo), o ¿Son muchos los problemas que hay que solucionar?...Pues la verdad son tantas las problemáticas que se necesitaría una administración como de 15 años para ver cambios significativos, las problemáticas actuales no se solucionan tan rápido cuando están con  cierta conexión y si se busca hacerlo se tendrían que solucionar al tiempo para evitar caer en el error de nuestra respuesta cuatro.


  • Discriminación de las problemáticas

Particularmente, quiero paz siempre, seguridad todos los días y calidad de vida de lunes a domingo, y no cada cuatro o tres años como parece estar sucediendo, porque a esto nos han triado los malos administradores por discriminar las problemáticas que terminan agigantándose con el tiempo hasta salirse de las manos y terminar siendo la promesa de otros para llegar al cargo, se podría pensar que es intencional y que sencillamente es otra forma del estatus quid pro quo, pero no la culpa es de todos, y por más cruel y triste que parezca no tenemos ni los sueños ni las metas comunes claras… Y por eso en medio de ese desorden de sueños y metas particulares se terminan escogiendo aquellas que convengan a unos y a otros repitiendo ciclos y sumando incluso nuevas problemáticas. En estos días de elección
se necesita una unidad entorno a algo, metas colectivas, el bien común, para no repetir la historia interminable en la que un Idealista intenta asesinar a su amigo Idealista, por no estar de acuerdo si querían una Nación centralista o federalista; disgusto que hasta hoy trae la maldición y con el que se prueba que ambos tenían la razón y a la vez estaban equivocados, dado que la Nación centralista está unida pero puede prestarse para tiranías y que una nación federalista es el sueño de la democracia pero puede prestarse para la división de todas sus partes.
Para que ese disgusto no haya transcendido en vano hay que definir con claridad lo que se necesita hoy y lo que se busca para mañana, trazarle la ruta a los políticos de lo que se debe hacer y que de una vez por todas se pongan a administrar la nación mientras se les va olvidando la palabra gobernar y gobierno.


PD: Aunque sean sinónimas las palabra gobernar y administrar para mi tienen cierta diferencia, diferencia que tal vez me inventé o que sentí que se perdido desde la colonización hasta el día de hoy. Como era de esperarse nuestro idioma –Que fue impuesto por un rey que mandaba y administraba- le pareció correcta la sinonimia, yo personalmente soy del continente Americano (tierra de la libertad) y creo que lo políticos deben administrar y no hacer el papel de reyes.

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